Algún día fui felíz. Mi corazón latía con fuerza y me hacía ser felíz.
Ahora hay aún razones para estar bien, pero la lava de mi corazón se ha enfriado y pesa una tonelada. Ya no puedo soportar esta carga y necesito una solución.
Quiero fuerza para sonreír, para ser quien me gusta ser y como quiero ser.